LA “INDEPENDENCIA” DE LOS MEDIOS Pronunciamiento No. 62

23-03-09
Una de las más grandes falacias que hemos escuchado en los últimos tiempos en el país, es aquella que señala que los medios de comunicación masiva televisiva, radial y escrita son “INDEPENDIENTES”.

¿De qué independencia puedan hablar los dueños oligarcas de esos medios, los gerentes, los directores, los periodistas, los comentaristas, los presentadores de noticias, etc., etc.; si responden directa y umbilicalmente a los patrones que les obligan, so pena de despido, a alinearse con la más negra reacción y en contra de cualquier reivindicación por más elemental que sea porque perjudica sus intereses mezquinos?

Es pues una ironía muy grande sostener ridículamente la “independencia” de los “periodistas” que no disimulan sus mandatos perentorios para cumplir, no la misión sagrada del buen periodista, sino el encargo miserable de sus amos.

Los medios, absolutamente alineados con la derecha fascista más radical, no hacen sino una labor propagandística totalmente comprometida con una oposición ciega y atrabiliaria al proceso de cambio y al gobierno. Estos medios jamás dieron noticia de los delitos de Lesa Humanidad y Lesa Patria cometidos por los comiteístas y prefectos de la Media Luna; jamás dieron la menor cobertura a la masacre infame de Porvenir, por el contrario, trataron de ocultarla o disimularla, a la humillación mil veces infame del 24 de mayo de 2008 en Sucre que no será olvidada nunca, a las tomas violentísimas de las instituciones del Estado en Santa Cruz, en el Beni, en Pando y en Tarija. Nunca informaron ni dieron espacios a las golpizas brutales contra trabajadores e incluso contra las fuerzas de policía y el ejército.

Contrariamente y por todos los medios, tratan de minimizar hasta el ridículo todas esas atrabiliarias acciones de la derecha cavernaria insistiendo a coro que son mentiras del gobierno. Las campañas periodísticas tienen un carácter apabullante que consiguen taladrar las mentes de los bolivianos y hacerles pensar como ellos quisieran.

Se quejan, los miserables, de que por ahora, el Sr. Presidente, no quiera hablar con ellos. Lo hace muy bien, su excelencia, pues esos “medios” no son expresión de la opinión popular y no responden a la misión periodística moral y patriótica, pues no son más que instrumentos ciegos, sordos y mudos de la infamia. El caso minúsculo del periodista que fue convocado por el Presidente para explicar un titular calumnioso de “La Prensa”, fue presentado como el más grande ultraje presidencial de todos los tiempos, pero se callan en siete idiomas cuando se asalta el canal 7 en Santa Cruz, etc., etc.

Maximizan hasta el cansancio pequeños episodios y minimizan hasta el silencio los delitos mayúsculos de la derecha fascista. Trabajan muy meticulosamente con la manipulación de los micrófonos o las cámaras de televisión, invitando a sus sets a los campesinos para ultrajarlos y humillarnos con preguntas tendenciosas. Se regodean apabullando a dirigentes masistas que en su ingenuidad y a veces ignorancia, no saben responder condignamente las agresiones y burlas de los “periodistas”.

Ahora se han inventado un nuevo “atentado” del Presidente a los medios “independientes” y es aquel que señala su preferencia por los medios internacionales. El presidente tiene el derecho legítimo de hablar con quién le venga en gana y negar entrevistas con quiénes no desee hacerlo. ¿Quiénes son estos señores prepotentes para obligar al Presidente a hablar o no hablar? ¡No faltaba más!

Los “independientes” están muy preocupados de que, por fin existan medios como el Canal 7, con todos sus defectos y Radio “Patria Nueva”, que dan cobertura al pueblo simple y a sus manifestaciones espontáneas rompiendo muy relativamente el monopolio “informativo” de los medios “independientes”.

El rebaño de “periodistas” “independientes” está siendo actualmente tratado por el Gobierno, por fin, como se merece. Extendemos nuestra felicitación al Gobierno por su actual conducta frente a estos mercenarios de la pluma.

¿Independencia de los medios?
¡Pamplinas!
Su dependencia del gran capital, es absoluta.


Jorge Echazu Alvarado.
PCmlm.
Echazu.jorge@gmail.com
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