sábado, 16 de mayo de 2009

FABRICANO Y LA JUSTICIA COMUNITARIA Pronunciamiento No. 69

15-05-09

Nuevamente y como ya es costumbre en la prensa reaccionaria y francamente fascista, la sanción comunitaria que ha sufrido el traidor Marcial Fabricano de parte de las comunidades indígenas del CIDOB, TIPNIS, en el Beni, ha sido aprovechada para una gran ofensiva mediática contra el gobierno y pretendidamente contra el MAS.

Efectivamente, la gran traición a sus hermanos de sangre, dolor y lágrimas de una serie de ex-dirigentes indígenas resentidos y desclasados que fueron fácilmente asimilados con seguridad con dádivas económicas y otros beneficios por la derecha reaccionaria con la pretensión de enfrentar a indios contra indios; se está extendiendo como una verdadera campaña infame y fraudulenta.

Primero fue la provocación mediática contra los indígenas de las tierras altas cuando una determinación de la comunidad Sanka Jauría ribereña del Lago Titicaca, sentenció al traidor Víctor Hugo Cárdenas (Choquehuanca) a perder su domicilio de lujo a orillas del Lago. En una atronadora y sistemática campaña de prensa se presentó a los indígenas aymaras como salvajes que desconocían el “sagrado” derecho a la propiedad privada. Se debe tener en cuenta que en todas las naciones del mundo, especialmente en los Estados Unidos, existen castigo y sanciones como la confiscación de bienes cuando éstos son producto del fraude o cuando sus “propietarios” han cometido serios delitos que exigen resarcimiento.

Ahora se trata del ex-dirigente campesino Marcial Fabricano que después de haber sido un dirigente salido de las bases que incluso tomó parte en la gran marcha indígena de los campesinos del Bení en 1990, que ha sufrido un castigo de flajelación en las comunidades indígenas del Parque Isidoro-Sécure. Esas comunidades ya habían dictado “sentencia” contra Fabricano y su familia así como para otros traidores expulsándolos definitivamente de la comunidad. Esta situación ampliamente era conocida por Fabricano.

Sin embargo, el traidor desoyendo las prevenciones de la comunidad para no llegar a ellas por tratarse de un falsario que sería castigado, el ex-dirigente desafiantemente se traslado a la comunidad y fue, naturalmente, castigado con 50 azotes esta vez por haberse negado a pedir perdón y disculpas a la comunidad por su inconducta.

Los azotes campesinos tienen tradición tanto en las tierras altas como en las bajas y no puede negarse que forman parte de la justicia comunitaria, aunque se las considere inhumanas, recuérdese que también en muchas legislaciones occidentales existen las condenas de castigo físico y nadie observa nada.

Por ello mismo, nosotros los marxistas-leninistas, apoyamos a los campesinos orientales que han aplicado sus sanciones condignas a los dirigentes campesinos que traicionando miserablemente los intereses fundamentales indígenas, se venden y alquilan a la propaganda de la derecha reaccionaria y fascista.

Como en el anterior acaso, no tomamos la fácil postura de algunos “masistas” y “oficialistas” que están dispuestos a “censurar” a los campesinos cuando ellos aplican sanciones correspondientes a los traidores y esbirros como el caso de Marcial Fabricano, Víctor Hugo Cárdenas y otros que merecen iguales castigos y que son y serán determinadas por las mismas comunidades, en las cuales nada tienen que ver ni tienen responsabilidad alguna las autoridades del gobierno ni institución del Estado.



Jorge Echazu Alvarado
PCmlm
Echazu.jorge@gmail.com
http://www.liberación.wen.bo/

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