09-10-08
Con motivo del fracaso del complot subversivo montado por la derecha reaccionaria, los prefectos cínicos, los cívicos, y los empresarios depredadores contra el proceso de cambio, se ha desatado una gran ofensiva mediática que quiere transformar lo negro en blanco y los blanco en negro.
Efectivamente no es una novedad que las fuerzas de la reacción, que son dueñas totales y los grandes medios de difusión sea televisivo, radial o escrito, sirviendo los intereses mezquinos de sus dueños y a través de periodistas completamente vendidos cuya lista debe ser conocida por el pueblo boliviano y no considerarlos como inocentes trabajadores que cuidan sus fuentes de trabajo, a pesar de tener que falsear la verdad, atacar sañudamente a los campesinos, minimizar hasta el silencio los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por los fascistas de la UJC, falange y otras fuerzas mercenarias de la derecha, maximizar hasta el escándalo pequeños episodios montados para ocultar una verdad que tiene la dimensiones de catedrales.
Sin embargo, actualmente y con motivo de clarificar los luctuosos acontecimientos de Pando y la MASACRE de los campesinos, podemos apreciar cuánta posibilidad de falseamiento tiene esa derecha reaccionaria.
Los canales, las radios y los periódicos, sostienen al unísono que no ha habido 16 muertos, ni 40 heridos en El Porvenir y Filadelfia, que los campesinos “bien” armados atacaron y asesinaron a los “pacíficos” ciudadanos empleados de la Prefectura, que las armas que portaban los empleados de Leopoldo no existen, que los responsables son los ministros que estaban en La Paz o un senador que también estaba fuera de Pando, o los simples campesinos, que el río Tahuananu está seco en invierno, que las cabezas que se advierten en el río son soldados de la Naval, que los disparos de armas letales son cuetes de festividades militares, en fin una serie de estupideces que son utilizadas de manera ladina y cínica. Se ha utilizado a una policía, esposa de un empleado de Leopoldo que dio la señal para el inicio de la matanza, mostrándola como “víctima” de abusos y era tan ridícula la actitud de la infame policía que sus exageraciones la descalificaban totalmente.
Los presentadores de noticias, los analistas, los asesores, los conductores de programas, todos al unísono y con actitudes de perdonavidas utilizan largos espacios para expresar vehementemente que en la Bolivia de Evo Morales existe una feroz dictadura que reprime la “libertad” de prensa y que nadie puede “discrepar” de la opinión oficial.
Cuando el 90% de la información y la propaganda distorsionada corresponden a la oposición, todavía se habla de “censura de prensa”. Cuando los escribas de la derecha vomitan a toda hora y cada día sus improperios, claman por otra parte por una “libertad” de prensa que dicen no existe.
Efectivamente en Bolivia existe un libertinaje de prensa intolerable que está tocando claramente los límites de toda paciencia. Se inventan muertos (Patricia Girard. Unitel), se secan ríos amazónicos, se silencia el acribillamiento de niños, se magnifica un petardo en Yacuiba, se melodramatiza la titulación profesional de la hija de Leopoldo, se minimiza las pateaduras brutales contra personalidades como el señor Ric Rivera o el minero Vargas, se ignoran los incendios de los domicilios de discrepantes (Sánchez, Salvatierra, Vedia, Colanzi, Soria, etc.,etc.), ¡qué bellaquería reaccionaria y fascista no se oculta en la prensa macabra y maliciosa!
Es importante, sin embargo, conocer a sus operadores principales:
Cayetano Llobet, Jorge Tejerina, Rocío Bernal, y Juan Carlos Arana. Cadena A.
Carlos Valverde Bravo, Julio César Caballero, PAT.
Patricia Girard, Ximena Antelo, Unitel
Diego Ayo y Rafael Archondo. Canal 7
Manfredo Kempff, Humberto Vacaflor, José Gramunt de Moragas, Carlos Toranzo, Jorge Ordenes, Agustín Echalar. La Razón.
Comentaristas y “analistas” asiduos de la prensa pagada.
Fernando Untoja, Rafael Loayza, Juan Claudio Lechín, Jimena Costa, Jorge Lazarte, Carlos Cordero, Carlos Borht. Radio Panamericana.
Eduardo Pérez Iribarne. Radio FIDES.
Efectivamente faltan muchos escribas en la lista, la mayor parte de ellos rajados de la izquierda y renegados de su propia juventud.
Sostenemos que el libertinaje de prensa en Bolivia, se ha convertido ya en un verdadero y auténtico “terrorismo” mediático que debe ser combatido con decisión y valentía.
Jorge Echazu Alvarado.
PC mlm.
Echazu.jorge@gmail.com
sábado, 15 de noviembre de 2008
TERRORISMO MEDIATICO II Pronunciamiento No. 40
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario