sábado, 15 de noviembre de 2008

IGNOMINIA “sucrense”

29-05-08

El Secretariado Nacional del Partido Comunista (mlm), frente a los últimos acontecimientos políticos que vive dramáticamente nuestro pueblo, tiene la obligación de hacer conocer claramente su posición que deriva de una línea política muy clara que viene desde mediados del siglo pasado cuando alertamos a los pueblos del mundo sobre la gravedad que implicaba el decadencia del sistema del “socialismo real” que llevó a una verdadera catástrofe para todos los pueblos del mundo.

Nuestro Partido ha estado, está y estará siempre del lado de todas las luchas de los pueblos del mundo que luchan por su liberación nacional y por el socialismo. Se ha comprometido directamente con el combate de los pueblos bolivianos contra la traición del MNR a la gloriosa revolución de abril de 1952. Se comprometió directamente en la lucha histórica de los bolivianos contra el infame ciclo militar de la Seguridad Nacional y de la Operación Cóndor. Finalmente se comprometió frontalmente contra el inicuo modelo neoliberal que empobreció más a nuestro pueblo, regaló nuestras riquezas naturales y privatizó todas las empresas del Estado.

El PC mlm, fiel y consecuente con su línea política, tomó rápidamente partido por los nuevos movimientos sociales que cómo consecuencia de los cambios que determinaron las luchas sociales, se produjo a partir del año 2000. Habíamos dicho en nuestra conocida tesis de la “Crisis del Marxismo”, que la segunda gran ola revolucionaria del siglo XX, había sido derrotada, pero que en el siglo XXI, surgiría vigorosamente una nueva ola, la Tercera que, con seguridad barrerá totalmente al imperialismo e implantaría el socialismo a nivel mundial. Nuestros pronósticos fueron completamente corroborados por la realidad.

En todo el mundo, en América Latina y en Bolivia, se puede constatar que se ha producido un cambio sustancial en la correlación de fuerzas mundiales, continentales y nacionales. El imperialismo está siendo humillado en Irak, Afganistán y otros países. En América Latina, la integración y solidaridad de nuestros países avanza inconteniblemente con un claro propósito anti-imperialista.

En nuestro heroico país, luchamos por continuar y profundizar un proceso que no tiene vuelta y que avanzará pese a quien pese y cueste lo que cueste.

A pesar de todos los errores, a pesar de todos los sabotajes, a pesar de todas las traiciones y provocaciones y a pesar de la acción criminal de todos los reaccionarios, de todos los cobardes y de todos los traidores y tránsfugas, el proceso que es nuestro también, no se detendrá y sus bloqueos momentáneos no son sino treguas para tomar impulso.

Ratificamos nuestro criterio de que encontramos una distinción entre lo que significa el MAS y lo que significa el proceso. El MAS es un instrumento político reformista, en cambio el proceso tiene esencia revolucionaria. Las condiciones internacionales, no obstante toda su tendencia anti-imperialista, no nos permiten ni siquiera intentar inmediatamente un salto al socialismo. La derrota histórica del siglo XX fue muy profunda, de este modo se trata de lograr nuevas condiciones que, a través de la unidad revolucionaria, proletaria y campesina nacionalitaria, se vayan profundizando los procesos para avances más profundos.

Actualmente, en la coyuntura concreta, asistimos a una pulseta, a una comprobación en cuanto a la correlación de fuerzas que el gobierno considera que debe darse en el referéndum revocatorio, pero que en realidad se dará finalmente en el plano de la lucha de clases, lo cual no significa precisamente una lucha armada, sino una tensión de fuerzas sociales que detenga cada movimiento de las fuerzas reaccionarias.

Se trata de recuperar el imperio de la verdadera democracia que significa el sometimiento de la minoría a la mayoría y no a la inversa como ocurre lamentablemente en la actualidad. No es posible que una minoría pretenda a través de grupos fascistas amedrentar a la ciudadanía común, a la Policía Nacional, al Ejército y finalmente al Gobierno. La reacción fascista puede lograr esos sus propósitos, empero a quién no puede amedrentar de ninguna manera con sus bravuconadas, es al pueblo heroico de Bolivia que sabrá aplastar todas sus provocaciones y todas sus manipulaciones.

Estamos muy conscientes que la derecha reaccionaria está tratando de conseguir “víctimas” para acusar al gobierno de tiránico, dictatorial y centralista y en ese sentido ha logrado una total pasividad del gobierno que no sabe si va a utilizar o no a la fuerza pública para frenar los abusos de los grupos delincuenciales de fascistas sueltos. Esta situación se ha ido creando, precisamente, por las falsas posiciones políticas del gobierno que no entiende la cuestión de la política como la correlación de fuerzas sociales que debe ser fortalecida en el curso del proceso para impedir el reacondicionamiento de las derechas que tienen muchas posibilidades de reponerse de los reveses que sufre. En cuanto al resguardo del orden público, el Gobierno se ha olvidado de utilizar la fuerza pública.

El pueblo boliviano está, en este momento, indignado, irritado y exasperado frente a las provocaciones, agresiones y abusos de los grupos fascistas que agreden a la gente en calles y plazas, mientras el gobierno clama y reclama por la justicia, el defensor del pueblo, la fiscalía, sin darse en cuenta que esos organismos solamente pueden funcionar si tienen a sus órdenes a la fuerza pública. ¿Qué puede hacer un simple fiscal frente a las turbas fascistas si no tiene respaldo de la policía que, por otra parte, está prohibida de usar la fuerza? ¿Qué puede hacer el defensor del pueblo si no tiene respaldo de la fuerza pública? ¿Qué puede hacer el Ejército si se le ordena salir a la calle y no puede utilizar la fuerza?, simplemente todos aparecen como víctimas “inocentes” de las agresiones fascistas, como se mostró con la tropa militar destacada en la ciudad de Sucre. ¡Una vergüenza nacional!

Nuestro Partido ha calificado las jornadas de mayo 24 en Sucre como el día de IGNOMINIA “sucrense”.

Simplemente el fascismo criollo pretende imponer el TERROR como su mejor arma para someter el pueblo y su corolario la propaganda de sus medios de comunicación que, a partir de su monopolio mediático convierten las víctimas en verdugos y a los verdugos en víctimas. Fueron, realmente los acontecimientos de Sucre, 24 de mayo, los que abrieron los ojos de muchos desorientados que deben comprender que el FASCISMO es una manifestación de la descomposición del sistema de dominación tradicional que busca la violencia desorbitada para impedir su final descalabro.

Por otro lado la actitud del MAS frente a la avalancha reaccionaria que ha tenido el atrevimiento de hacer lo que hizo con los campesinos chuquisaqueños el 24 de mayo, es realmente inexplicable. Cada intervención de las autoridades nos llena de decepción y desasosiego pues vemos que cada vez se acerca más a la posición de los judíos que fueron escarnecidos, humillados, estropeados, violentados, masacrados y aniquilados sin ofrecer resistencia alguna. El MAS puede perdonar, puede pedir perdón, puede arrodillarse, pero el pueblo y los revolucionarios que conocemos las fauces del fascismo decimos: con el fascismo no se negocia, se lo aplasta o nos aplasta, eso nos enseñó nuestro gran camarada José Stalin que aplastó al hitlerismo nazifascista en su cubil de Berlín en 1945.

Todas las leyes de los hombres reconocen el legítimo derecho a la autodefensa. No es posible obligar a los hombres a someterse mansamente a los ultrajes permanentes, su dignidad le obliga a la legítima defensa y si la reacción, el fascismo y el imperialismo nos obligan, tomaremos las medidas correspondientes a la agresión.

Una derrota del actual proceso a manos de la derecha reaccionaria no perjudicará únicamente al MAS y sus dirigentes, algunos de ellos talvez vuelvan a sus antiguas formaciones políticas, en realidad será la izquierda revolucionaria, como siempre, la que sufra la represión fascista. No permitiremos que se repitan los gobiernos del tipo de Barrientos, Bánzer, y García Meza

La violencia reaccionaria y fascista tendrá su respuesta en la violencia revolucionaria. No somos ni cristianos primitivos, ni judíos decadentes para dar la otra mejilla a los ultrajes, menos “humanistas” que repudian “toda” violencia cuando esta es revolucionaria, pero que callan frente a la ultra-violencia reaccionaria.

¡Es esta la Ley de la historia!


Jorge Echazú Alvarado
Comité central PCMLM

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