Como en ninguna otra parte del mundo y como una demostración de la veracidad de los estudios althuserianos, tenemos en nuestro país, el problema de los Medios de Comunicación de Masas, (Mas-Media) como verdaderos y auténticos aparatos ideológicos del Estado burgués que desempeñan el papel principal de vallas ideológicas conservadoras que combaten la efectivización de los cambios sociales y propician agresivamente el surgimiento de las formas fascistas de contra-revolución a través de la propaganda.
La primera constatación que se debe hacer es aquella que se refiere concretamente a la propiedad de los principales y más poderosos medios de comunicación televisiva. En efecto, son los dueños de los medios, los que imponen, “manu militari”, la política comunicativa de cada Medio. El infeliz periodista que se atreviera a contrariar las órdenes perentorias del dueño del canal, de la radio o del periódico, tendrá que sufrir drásticas sanciones que van desde la reprimenda más humillante hasta el despido inmediato y sin reclamo alguno. Tan evidente resulta esta conducta abusiva y denigrante que el periodista tiene que aplicarse a sí mismo una verdadera autocensura para defender “heroicamente” su fuente de trabajo.
Solamente algunos periodistas con un mínimo de dignidad y honestidad admiten este extremo cínico de la “libertad” de prensa tan defendido por los propietarios de la opinión pública.
En nuestro medio tenemos los canales de televisión: Bolivisión, Cadena A, PAT, Unitel, las radioemisoras, principal y especialmente Radio Panamericana, y los periódicos La Razón, La Prensa y El Diario, como los medios de comunicación que están creando a diario, cada hora y cada minuto una determinada “opinión” general, lavando el cerebro de la gente más despistada que no hace sino repetir como cotorras los infundios y calumnias emitidos por esos medios que adquieren la cualidad de verdad “revelada”.
Nada o muy poco se puede hacer, en nuestro caso, con respecto a esa dominación absoluta de la “opinión pública” por parte de la derecha, pues hasta los periodistas “independientes” como Amalia Pando o Jaime Iturri del canal estatal, lo único que hacen es invitar sistemáticamente a los representantes de la derecha y darles audiencia preferente sabiendo que esos elementos tienen TODOS los medios bajo su control sin necesitar que el Medio oficial también les proporcione amplios espacios para atacar el proceso de cambios.
Es desesperante escuchar la timidez de esos periodistas “independientes” frente a la prepotencia y agresividad de los periodistas funcionales a la dominación oligárquica. Naturalmente, para guardarse las espaldas, estos periodistas no quieren enemistarse con la derecha que es la que proporciona fuentes de empleo a todos los periodistas. Por lo mismo tienen que contemporizar y dar razón o por lo menos situarse en el “término medio”, echando la culpa por igual al gobierno y a la oposición.
La derecha totalitariamente posicionada en todos los Medios de comunicación y sin dejar posibilidad alguna de respuesta, tiene testaferros y lacayos como Cayetano Llobet, Jorge Tejerina, Carlos Valverde, Caballero, Rocío Bernal, etc., etc., que sin pausa alguna destilan veneno contra los indígenas, contra los trabajadores y contra quién se atreve a “defender” al gobierno.
Las campañas sistemáticas, los insultos más soeces contra Hugo Chávez, contra Evo Morales y contra los indígenas constituyen muestras del racismo más atrabiliario mientras el gobierno totalmente a la defensiva mediática apenas puede exhibir tímidos esfuerzos de representantes semi-letrados que balbucean incoherencias y son objeto de burla de los periodistas institucionalizados.
Ojalá en el futuro el Gobierno comprenda la importancia de rebatir la propaganda fascista que constituye un elemento fundamental del complot reaccionario contra el proceso.
Jorge Echazú Alvarado
Comité Central PCMLM
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