¡TODO EL PODER A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE! Pronunciamiento No. 41

Desde la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, nosotros los comunistas, marxistas y leninistas hemos sostenido invariablemente que había que darle a la misma todo el prestigio, la autoridad y la jerarquía que debe tener este Supra-Poder que constituiría un nuevo Estado en el cumplimiento del proceso de cambios profundos y estructurales que exigieron y exigen los pueblos de Bolivia.

En su tiempo no se supo asumir esa conducta y se permitió que poco a poco se fuera devaluando su actividad y se atentara contra su propia existencia mediante ataques directos y físicos contra sus integrantes. Se llegó a los límites más escandalosos cuando bandas fascistas desbocadas atacaban sus instalaciones ante la pasividad de las fuerzas del orden que se limitaban a observar las infamias de esos des-adaptados.

Empero no fue solamente eso. Por otro lado al aceptar que no se trataba de una Asamblea originaria y fundacional, se permitió ladinamente que cualquier poder se inmiscuyera en sus propias deliberaciones y se intentara subordinar sus resoluciones a la legalidad constituida, lo cual resultaba ser toda una aberración jurídica como lo manifestamos varias veces.

Ahora cuando todos los plazos se han vencido, lo que corresponde en vista de la actual correlación de fuerzas muy favorable al proceso de cambio, es devolver su magnificencia a la Asamblea Nacional Constituyente, reunirla por última vez a fin de que ella misma apruebe la CONVOCATORIA A LOS REFERENDUMS CONSTITUCIONAL Y DIRIMITORIO, como lo previera el artículo 26 de la Ley de 6 de marzo de 2006 y que fuera derogado ladina y fraudulentamente por la otra Ley que prorrogaba la sesiones de la ANC.

Ningún otro poder tiene la competencia de seguir obstaculizando el verificativo de los referéndum que derivan de la Asamblea Constituyente. Ya se ha hecho la máxima concesión al incorporar un nuevo capítulo reformatorio del régimen de las autonomías. Ese debe ser el límite a partir del cual se debe llegar a los consecuentes referéndum.

La grandiosa marcha de los movimientos sociales, las fuerzas revolucionarias, los partidos políticos de izquierda reunidos en el ARA, el movimiento obrero y todos los patriotas, debe ejercer una presión política en ese sentido para devolver el proceso constituyente a los causes naturales de los cuales jamás debió haberse apartado.

¡¡TODO EL PODER A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE!!

La Comisión Política del
Partido Comunista (MLM)