24-05-10
Pronunciamiento político No. 124
Para los marxistas leninistas de Bolivia, el 24 de mayo se ha convertido en una fecha que simboliza el carácter y la esencia de una derecha racista y fascista que lamentablemente radica en Sucre y en general en Bolivia entera como residuo de un pasado que no debe volver.
El 24 de mayo de 2008, una población pobre de ciudadanos y jóvenes marginados y sin conciencia de clase alguna y menos aún del más mínimo sentido de la justicia social, fue arrastrada del modo más infame a la realización de actos grotescos contra sus propios hermanos, los humildes campesinos chuquisaqueños que se aprestaban a recibir un lote de ambulancias para la atención sanitaria y médica de un agro chuquisaqueño, el más pobre del pobre campo boliviano.
Las imágenes televisivas que hoy recordamos con profundo sentimiento de vergüenza ajena, no pueden ni deben borrarse de la memoria histórica de la Patria. La solemnidad y la grandeza del 25 de mayo de 1809, quedan mancilladas para siempre por los delitos cometidos por cinco sujetos de baja estofa que todavía pretenden subsistir en la arena política sucrense, pero que lentamente se les acaba inexorablemente.
Para los momentos actuales, cuando de nuevo la extrema derecha pretende aprovechar los defectos inocultables que lastimosamente se producen en el proceso de cambio y los errores muchas veces subsanables que no podemos menos que censurar y criticar, el recuerdo de la infamia del 24 de mayo de Sucre, debe servir de un alerta temprana para quiénes piensan que derrocando por la violencia, -las marchas y la huelga indefinida propiciadas por las mentes dementes del trotskismo reaccionario-, al régimen y al gobierno de Evo Morales, se puede alcanzar la “utopía”.
La actual coyuntura política nos muestra, efectivamente, un bloqueo inocultable de NUESTRO proceso y un acrecentamiento de errores que lastiman la conciencia política de quiénes defendimos, defendemos y defenderemos con nuestra lucha de décadas un proceso abierto que jamás permitiremos que se cierre definitivamente.
La derecha fascista, heredera del banzerismo, del militarismo fascista, del movimientismo paz-gonista y del neoliberalismo genocidas, no volverá nunca al poder mientras los pueblos bolivianos se encuentren en pie de lucha rescatando del olvido, la mística revolucionaria de los comunistas: “los hombres de un temple especial” (Stalin).
PCmlm
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