domingo, 21 de junio de 2009

«REPUBLICA» Y «ESTADO»

17-06-09

Como en muchas otras cuestiones relativas a la política nacional, la derecha tradicional y neofascista y sus operadores mediáticos, -todos ellos neófitos en la temática política propiamente dicha-, se han empeñado en confundir y oscurecer los conceptos que definen la actual coyuntura crítica que vive el país. Sus peroratas sobre la “república” que causan hilaridad -pues creen y piensan que acusando al gobierno de haber “asesinado” a la república van a obtener réditos electorales-, no son sino discursos vacíos, palabrerío insulso y verborrea incontenida para enredar las ideas. Ahora se trata de cuestionar el concepto de “república” y contraponerlo al de “estado”.

Por lo mismo corresponde dilucidar con precisión qué significan estos dos conceptos tan maltratados por “analistas”, “asesores” y lamentablemente también por “presentadores de noticias” que fungen de grandes politólogos que nos dan “lecciones” de ciencia política miserable.

En el plano científico, el vocablo “república”, proviene del latín: “res” = asunto y publicus = público. En realidad el vocablo “república” desde el punto de vista conceptual significa gestión, es decir la administración de los asuntos públicos por parte de los representantes del pueblo encabezados por el presidente. En la Ciencia Política “res” se traduce por “cosa” es decir la república sería la “cosa pública”.

Los conceptos y las categorías teóricas que se oponen a la “república” son los de “monarquía” o “imperio”, en los cuales la “cosa” pública y los “asuntos” públicos son manejados por una persona (el Rey, el Monarca, el Emperador, el Zar o el Kaiser, el Sultán, el Faraón, el César, etc., etc.) o por una pequeña aristocracia hereditaria. Las dinastías europeas y asiáticas o árabes conocidas no eran una “cosa o asunto” público, sino una asunto privado.

En el caso boliviano, tuvimos en el siglo XIX, una república temprana cuyos “asuntos” eran manejados por una minoría oligárquica de gamonales y terratenientes y por lo tanto los “asuntos” públicos no eran manejados por el “público”, sino por una minoría oligárquica, de esta manera, desmintiendo su propio nombre, la “república” temprana se llamaba a sí misma una “republica”.

A partir de la emergencia de las actividades mineras, surgió la republica del siglo XX con los barones del Estado y sus representantes que administraban los “asuntos” públicos a su gusto y antojo.

Con el 9 de abril de 1952, se constituye una república también oligárquica pero sometida umbilicalmente a los dictados de los poderes mundiales y cuyo Estado pretendió ser el “Estado Nacional” que jamás pudo crearse completamente.

Cuando se produce el proceso de cambio que vivimos, la república no desaparece como maliciosamente lo proclaman los derechistas y reaccionarios. Y tenemos pruebas al canto.

El art. 11, parágrafo primero de la nueva Constitución Política del Estado, textualmente dice:

«La República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres…»

De modo que son completamente vanos los esfuerzos de pretender una contraposición entre los conceptos de “república” y “estado plurinacional”.

Conceptualizamos al Estado como la cristalización institucional de las relaciones sociales de dominación en una formación social, el Estado es la condensación orgánica de la correlación de fuerzas que se constituye en aparatos operativos del Estado como son los aparatos técnico-administrativos, los aparatos represivos y los aparatos ideológicos, adquiriendo esa supremacía que aparece como el poder político.

Entonces el Estado es la parte política de la formación social, en tanto que la “república” es una forma de gobierno. No puede por tanto cometerse la aberración teórica de confundir estos términos y más aún contraponerlos maliciosa y ladinamente.

Refiriéndonos al Estado, sabemos que es una categoría central de la Ciencia Política y se organiza desde los comienzos de las formaciones sociales divididas en clases sociales. Existió pues un Estado en las formaciones imperiales de la antigüedad y que nada tenían que ver con la “república”. El Estado Nacional, la forma estatal privilegiada del capitalismo, tuvo pertinencia durante dos siglos en nuestro país. Ahora se trata de organizar un nuevo Estado que superando al Estado Nacional se proyecta a la multinacionalidad, es decir el Estado Multinacional que en nuestra Constitución se denomina plurinacional.

.Por todo lo expuesto Bolivia, desde el punto de vista formal y constitucional, tiene la forma de gobierno republicana democrática, participativa, representativa y comunitaria y, por otra parte tiene un estado multinacional que se ha denominado plurinacional.

En realidad, lo que pretende el actual proceso de cambio que propugnamos, con algunas diferencias, el Gobierno y nosotros los marxistas, es constituir una Nueva República y al mismo tiempo un Nuevo Estado, así como una Nueva Democracia

No cabe pues mayor discrepancia cuando se aclaran los conceptos y no se divaga vanamente para confundir al pueblo.

Jorge Echazu Alvarado.

PCmlm.

Echazu.jorge@gmail.com

www.liberación.web.bo.

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