LOS CIPAYOS DEL IMPERIO

22-06-11, Pronunciamiento Político No. 129-157

LOS CIPAYOS DEL IMPERIO

En la edición de “La Razón” del día 22 junio, aparece un singular artículo firmado por el señor Ramiro Prudencio Lizón cuyo sugestivo título dice: “Interesar al Yanqui”.

El referido exdiplomático e historiador sostiene cándidamente que: “Toda gestión en cualquier organismo está condenada al fracaso sin el respaldo “YANQUI”.

De modo que para el “historiador” de marras, no importa ni mucho ni poco, si las gestiones en los organismos internacionales de Bolivia respecto a la salida al mar, son legítimas y apegadas al Derecho Internacional, nada de eso; lo verdaderamente importante y decisivo que determina el éxito o el fracaso de las gestiones depende única y exclusivamente del “visto bueno” y la intervención del Imperialismo Yanqui.

¡No hemos escuchado, en mucho tiempo, una declaración más flagrante de cipayismo adulador y cínico!

El recuento “histórico” que realiza el escribidor, se limita a recordar que en determinados momentos de nuestra historia, las autoridades norteamericanas hicieron públicas declaraciones en el sentido de desear la solución de la controversia entre Bolivia y Chile, como el caso citado de Frank Kellog o del Presidente Roosevelt. Esas variadas intervenciones líricas de gobernantes yanquis, como se sabe, no tuvieron efecto alguno y la posición de Chile no varió en lo más mínimo.

¿Dónde se encontró, entonces, el gran poder y la gran influencia para la resolución de la controversia? ¡Pues en ninguna parte!

De tal modo que no es pues evidente que la sola intervención del “yanqui” resuelve todos los problemas de las controversias internacionales. Como podemos probar en la actual coyuntura política internacional, el imperialismo yanqui que, para el analista es el “Ada Madrina”, solamente resuelve los conflictos que le interesan desde el punto de vista de sus mezquinos intereses económicos y de dominio geoestratégico a través de la guerra o de la agresión y la violencia. Al Imperio solamente le interesa avasallar a los pueblos, invadirlos, bombardearlos, saquearlos, asesinar a los dirigentes que no son de su agrado y para obtener beneficios del saqueo de los recursos naturales de esos países y el genocidio de sus habitantes.

Es realmente inconcebible que existan periodistas, historiadores y analistas que se hagan de la “vista gorda” frente a las atrocidades que comete cada día, cada hora y cada minuto y que está cometiendo en estos mismos instantes el Imperio en Irak, Afganistán, Pakistán, Libia, Palestina, etc., etc. Al mismo tiempo se deshagan en elogios y ditirambos de mal gusto con el propósito de “quedar bien” con el poderoso, aunque ese poderoso sea maldecido por los pueblos víctimas de sus agresiones.

El cipayismo reaccionario de la mayoría de “nuestros” periodistas, de “nuestros” intelectuales e historidores, no tiene límites en su halago interesado al Imperio. En cambio los pueblos, como en el caso nuestro, conocen muy bien los propósitos y están dispuestos a defender su soberanía frente a los designios macabros del Imperio Maldito y por ello mismo no “necesitamos” en modo alguno la “ayuda” del Imperio para luchar por nuestros derechos legítimos de acceder soberanamente al océano Pacífico.

PCmlm