26-06-12
N. 193
LA POLICIA:
APARATO REPRESIVO DEL ESTADO
De conformidad con la Teoría del Estado tenemos que éste es la institucionalización de las relaciones de fuerza en una Formación Social y como tal representa la correlación de fuerzas sociales que han logrado cristalizarse en aparatos especiales esa dominación que son tres:
1. Los Aparatos Técnico-Administrativos están constituidos por el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
2. Los Aparatos Represivos están representados por las Fuerzas Armadas y las Policías Nacionales así como los Centros de Reclusión.
3. Finalmente tenemos los Aparatos Ideológicos del Estado constituidos por los Medios de Comunicación, la Escuela, la Familia y todo aquello que Hegel llamaba la sociedad civil.
Ahora bien, nuestro país Bolivia es una FORMACIÓN SOCIAL CAPITALISTA (dependiente, periférica y burocrática) con un Estado Multinacional y un Gobierno popular, democrático y anti-imperialista que dirige un proceso inicial de transición.
Entonces, la Policía Nacional como aparato de represión del Estado capitalista está destinada a defender el régimen establecido al margen del carácter político que pueda tener el Gobierno y se constituye para preservar la situación tal y como lo prescriben las leyes del Estado.
Ahora bien, en el caso nuestro, se han producido profundos cambios en los aparatos técnico-administrativos del Estado atrasado y dependiente que sigue siendo capitalista por su estructura económica y a pesar de la constitución de un Gobierno que intenta revertir la dominación de clase y la propia esencia del poder político.
Cuando un aparato de represión del Estado se levanta contra el Gobierno que representa al Estado, está desnaturalizando su propia esencia y se está convirtiendo en un simple partido o movimiento político de oposición abandonando su misión constitucional de precautelar la seguridad general de la sociedad.
La actividad delincuencial que han desarrollado los policías de baja graduación y muchos incluso de alta graduación, está convenciendo a la ciudadanía que lejos de brindar alguna protección y seguridad a la población, contrariamente se están constituyendo en el principal peligro para su seguridad. No otra cosa significa el espectáculo miserable y deplorable que hemos observado con mercenarios encapuchados asaltando, incendiando, robando y agrediendo a diestra y siniestra en plena Plaza Murillo que debiera ser el reciento más seguro de la ciudad sede de Gobierno y del país en su conjunto.
Como marxistas, sabemos muy bien que los aparatos de represión del Estado Capitalista tienen como misión precautelar la institucionalidad burguesa y en el caso nuestro la institucionalidad que ha elegido el pueblo.
Cuando la Policía Boliviana en su integridad se levanta y amenaza la legalidad e legitimidad institucional se comprueba que ha perdido completamente su esencia y ha puesto en peligro su propia existencia.
Por otro lado estamos comprobando la profundidad de la corrupción que impera en la Policía Boliviana y por ello se hace urgente una reestructuración total de la Policía, siempre y cuando esta“nuestra” policía no provoque en estos días un baño de sangre que nadie desea al convertir este “Motín” policial en un verdadero Golpe de Estado.
Estamos observando un tercer intento imperial-reaccionario de derrocar al Gobierno de Evo Morales, el primero fue un Golpe Prefectural-Racista (2008), el Segundo un Golpe Terrorista-Fascista (2009) y este tercero es un Golpe Policial-Delincuencial. (2012)
Lo que corresponde es una movilización militante y general de los sectores populares que han hecho posible este proceso de cambio para aplastar y derrotar este nuevo tipo de golpe de Estado policial-delincuencial.
PCmlm.