martes, 15 de febrero de 2011

ANALISIS POLITICO DE LA INSURRECCIÓN DESARMADA DEL PUEBLO EGIPCIO

12-02-11


Pronunciamiento Político Internacional no. 35.


Los extraordinarios sucesos de los 18 días de la plaza Tahrir de El Cairo en el milenario Egipto, han sido calificados de muchos modos. Se sostiene, a veces que constituyeron una verdadera revolución. Sin embargo, desde el punto de vista político se trató de una heroica e inolvidable insurrección popular y revolucionaria, una rebelión multitudinaria y una insurgencia histórica.

La REVOLUCIÓN, en cambio significa transformaciones profundas de estructuras económicas, políticas, jurídicas e ideológicas que todavía no se advierten y no están presentes en el caso egipcio. La revolución significa sustitución de clases sociales en las cumbres del poder político. Ahora en Egipto se está constituyendo un régimen militar de transición que debe ser estrictamente vigilado por el pueblo para cumplir su interinato y entregar inmediatamente el poder a los verdaderos representantes del pueblo egipcio. La revolución significa en último término la destrucción del régimen capitalista y el comienzo de la construcción socialista.

Han sido estos sucesos inesperados una verdadera insurgencia semi-pacífica porque los más de 3000 muertos y los miles de heridos provocados por la tiranía de Mubarak, los que no representan procesos enteramente pacíficos. Ahora la no intervención masiva del Ejército egipcio se debió al temor de los militares de ser rebasados por las inmensas marejadas humanas que, para reprimirlas hubieran sido necesario derramar mares de sangre popular e impensables reacciones de ira popular. Entonces, prefirió el Ejército, mantener una “neutralidad” hipócrita para salir de los aprietos de sus tanques y sus cañones rodeados por el pueblo.

La mayor debilidad del proceso abierto, efectivamente, es la falta de organización y el carácter multitudinario que es positivo en el primer paso, pero negativo en el curso del mismo. Resulta difícil, en el curso dinámico del proceso conseguir una unidad de acción, empero es imprescindible que las fuerzas populares y revolucionarias, logren unificar medianamente el gran movimiento para darle solidez revolucionaria.

Una de las grandes perspectivas del levantamiento egipcio es su carácter PAN-ARABE, es decir que siendo Egipto el corazón mismo del Mundo Arabe, su influencia tendrá vigencia y se acrecentará desde las columnas de Hércules en el Atlántico y el POLISARIO hasta las ensangrentadas arenas por el imperialismo de Sumeria y la fabulosa Babilonia. Pronto a corto o mediano plazo los demás pueblos del mundo árabe, los pueblos del Yemen y sus experiencias positivas del pasado, los pueblos adormecidos del Golfo y sus jecatos aristocráticos, con el ejemplo tunecino y egipcio, depondrán a sus tiranos ordinarios y reales, y los colocarán contra la pared a pesar del apoyo miserable del Imperio Maldito.

El Mundo Arabe constituirá en el futuro mediano una gran nación unificada por la que soñaron todos sus grandes hombres: LA NACION ARABE.

Junto a ese mundo maravilloso, estarán necesariamente los pueblos hermanos de América Latina desde el Río Bravo hasta la tierra del Fuego con las banderas de Bolívar y el Che.

Igualmente los pueblos del Africa Negra, desde el sediento Sahel Sahariano hasta el Cabo de la Buena Esperanza, se alzarán con los ejemplos y las banderas de Lumumba y Mandela.

Finalmente Asia milenaria con las efigies y las banderas invencibles del Presidente Mao unirán las mesetas desérticas de la Persia iraní hasta el Asia monzónica y las tierras del antiguo Imperio Celeste.

Estos cuatro mundos unidos, como lo soñara nuestro maestro el c. Mao, estrangularan con sus manos (1) y desde los cuatro costados al Imperio Maldito y sus peleles los regímenes europeos de Alemania, Francia y Gran Bretaña, así como a su engendro el Estado forajido de Israel.

¡¡Pueblos del mundo, uníos contra el Imperialismo Yanqui!!

Nota.

1. Cuando un periodista interrogó a Mao asentado en las montañas de Yenan junto a su ejército exhausto después de la Larga Marcha de 11 mil kilómetros, qué hará cuando aparezcan los tanques y blindados de los Ejércitos de Chiang Kai-shek, proporcionados por los Estados Unidos, contestó muy firmemente: LOS DESTROZAREMOS CON NUESTRAS PROPIAS MANOS.

PCmlm-Bolivia

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