sábado, 7 de agosto de 2010

REGIONALISMO AL ROJO VIVO

04-08-10

Pronunciamiento Político No. 130

Los dramáticos acontecimientos que vienen ocurriendo en el departamento de Potosí con motivo de un diferendo limítrofe con el departamento de Oruro, nos muestran cuán profundo es el regionalismo reaccionario que afecta a muchos sectores de los diversos departamentos del Estado Multinacional.

En evidente que el “regionalismo” es un fenómeno que viene desde la Colonia, la República temprana y el Siglo XX, sin embargo con motivo de la apertura del actual proceso de cambio que se desarrolla a partir del año 2000, constatamos una exacerbación pronunciada del regionalismo en varios departamentos de Bolivia.

Recordemos los sucesos de Santa Cruz cuando los sectores más reaccionarios hicieron bandera del “autonomismo” para justificar su separatismo en base al regionalismo. Igualmente recordamos los sucesos de Sucre cuando por una disputa histórica en torno a la capitalidad, se levantó a todo el pueblo contra la “paceñidad” en nombre del “chuquisaqueñismo”

Estas banderas elementales tienen la “virtud” de tocar las fibras íntimas del amor al pequeño terruño y por lo mismo es respetable en la medida que no se vuelque contra sus hermanos de sangre y de lucha de los otros terruños. Las diferencias departamentales y regionales son pueden constituir elementos de ruptura que siempre están estimulados por las clases reaccionarias.

Ahora, un departamento deprimido como Potosí que, difícilmente podrá asumir la actual “autonomía”, pretende una federalización demagógica muy del agrado de la derecha nacional reaccionaria que ahora ve en el regionalismo departamentalista un instrumento idóneo para paralizar y neutralizar el procesos de liberación que vivimos con todas las dificultades.

Naturalmente y no podría ser de otra manera, la derecha nacional se encuentra sumamente fortalecida con los amagos de rebelión de vastos sectores populares que hacen causa común ahora con sus “Comités Cívicos” y con sus “Comités Interinstitucionales” (recordar el siniestro Comité Interinstitucional de Sucre), que abogan por una “autonomía” que alcance incluso la independencia. Hemos escuchado por ahí, incluso algunas amenazas desde Potosí que hacen referencia a enarbolar la bandera chilena.

Bolivia es un país desarticulado, un país que comprende regiones prácticamente abandonadas por el viejo Estado Nacional, sus comunicaciones interiores son precarias y desvinculadas. Por ello mismo es peligrosa una política que estimule la disgregación en lugar de propender a la unidad multinacional.

Lo más peligroso de esta avalancha regionalista es que ha conseguido en gran manera disimular y casi destruir totalmente la diferencia y contradicción principal que existe entre los oprimidos y los opresores, entre las clases dominantes regionalistas y las clases populares multinacionales, entre los proletarios y los burgueses, entre los campesinos pobres y los latifundistas. Ahora la contradicción visible se establece entre potosinos contra orureños, entre chuquisaqueños contra paceños, entre cruceños contra paceños y así sucesivamente hasta la disgregación nacional.

Nosotros los marxistas-leninistas persistimos en liquidar el regionalismo de campanario que tanto daño hace a la unidad del Estado y a la vez propiciamos la solidaridad integradora no solamente de la Patria chica (Bolivia) sino de la Patria Grande (Abya Yala)

PCmlm.

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